La energía solar es limpia y renovable, y posee gran potencia. Podemos obtenerla a través de los paneles y placas solares que transforman esas radiaciones en electricidad, o con los colectores
solares que nos permiten calentar el agua. La inversión para adquirir este tipo de dispositivos sigue siendo elevada, aunque acaba amortizandose en unos diez años y existen subvenciones de las
instituciones con las que podemos contar.